Domingo familiar

“Sabrán que yo soy el Señor cuando abra sus sepulcros, cuando los saque de sus sepulcros, pueblo mío. Infundiré mi Espíritu en ustedes para que revivan” (Ezequiel 37, 13 – 14)


Sabes Señor que Freud no estaba del todo equivocado, acertó
que Marx no estaba totalmente errado, atinó
que Kafka, Camus y Hemingway
dieron la razón a Nietzsche

Pero Tú, mi Dios,
no tienes panencefalitis
no tuviste poliomelitis
ni es tuya la amnesia

Recuerda pues a Ezequiel
Ezequiel 37: la promesa

Sácanos de nuestros sepulcros
devuélvenos a nuestra tierra

Prolonga en nosotros hoy
lo que hiciste al inválido
que pidiendo caminar se descolgó del techo
para encontrar lo que no estaba buscando

la liberación de lo que vieron Marx y Freud
de lo que vivieron Nietzche, Hemingway y Marilyn Monroe

liberanos del dominio de Thanatos y del Imperio
de la bioquímica, el zodíaco, los sortilegios

libéranos para bien amar
-sin anfibología-
en la vida real