"La multitud escuchaba con atención
e íntimamente unida lo que Felipe decía,
porque oían y veían las señales que realizaba.
Espíritus inmundos salían de los poseídos...
muchos paralíticos y lisiados se sanaban.
La ciudad se llenó de alegría" (Hechos 8, 5 - 8)
e íntimamente unida lo que Felipe decía,
porque oían y veían las señales que realizaba.
Espíritus inmundos salían de los poseídos...
muchos paralíticos y lisiados se sanaban.
La ciudad se llenó de alegría" (Hechos 8, 5 - 8)
Como la vida, Nuestra Ciudad
es alegre,
graciosa,
sana.
Como aquella ciudad, la vida
es una
diversa
feliz
y la enfermamos (la matamos)
con nuestras
túpidas
TUPIDAS
agendas